Esta es la reclacion de costos por m2 de construcción dependiendo del tipo. aplicable hasta el mes de junio 2010 (da click en la imagen para ver mas grande)
agosto 25, 2010
agosto 04, 2010
Arqueólogos localizan entrada de túnel teotihuacano
Fuente: articulo INAH
Tras descender 12 metros del tiro del túnel localizado frente al Templo de la Serpiente Emplumada, arqueólogos del INAH han detectado ya la entrada del pasaje subterráneo. Falta excavar dos o tres metros para llegar al nivel del piso e ingresar al conducto de 100 m de longitud y que lleva a una serie de galerías donde estarían los restos de gobernantes
Tras ocho meses de excavación, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) han localizado, a 12 metros de profundidad, la entrada del túnel que conduce a una serie de galerías debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan, donde pudieran haber sido depositados restos de gobernantes de la antigua ciudad. En un recorrido efectuado hoy por el sitio con los medios de comunicación, el arqueólogo Sergio Gómez Chávez, director del Proyecto Tlalocan: Camino bajo la tierra, dio a conocer los avances de la exploración sistemática que realiza el INAH en este conducto subterráneo, que fue cerrado hace aproximadamente 1,800 años por los propios teotihuacanos y al que nadie ha entrado desde entonces.
Los especialistas del INAH esperan ingresar al túnel en un par de meses y ser los primeros en entrar luego de cientos de años desde que fue clausurado. Esta excavación —que representa la más profunda que se ha hecho en el sitio prehispánico— se enmarca dentro de las conmemoraciones por los primeros 100 años de exploraciones arqueológicas ininterrumpidas y de apertura al público (realizada en 1910) de la también llamada Ciudad de los Dioses. Gómez Chávez detalló que el pasaje subterráneo pasa por debajo del Templo de la Serpiente Emplumada —el edificio más importante de La Ciudadela—, y su entrada fue localizada a pocos metros de esta pirámide. El acceso se realiza por un tiro vertical de casi cinco metros por lado que desciende hasta una profundidad de 14 metros desde la superficie; la entrada conduce a un largo corredor con una longitud estimada de 100 metros que termina en una serie de cámaras subterráneas excavadas en la roca. El túnel fue descubierto a finales de 2003 por Sergio Gómez y Julie Gazzola, pero su exploración ha requerido de varios años de planeación y de gestionar los recursos económicos necesarios para llevar a cabo la investigación al más alto nivel científico. El equipo de trabajo se integra por más de 30 personas y cuenta con asesores de reconocido prestigio nacional e internacional. Antes de iniciar las excavaciones, los arqueólogos del INAH tuvieron la colaboración del doctor Víctor Manuel Velasco, del Instituto de Geofísica de la UNAM, quien mediante un georradar logró determinar que el túnel tiene una longitud cercana a los 100 metros, y que alberga grandes cámaras en su interior. Otra de las tecnologías utilizadas en la exploración ha sido el escáner láser, un sofisticado dispositivo de gran resolución, facilitado por la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, que hace el registro tridimensional de los hallazgos arqueológicos. Apenas hace un par de semanas los arqueólogos corroboraron que la entrada del túnel se localizaba en el lugar que habían previsto, fue entonces que abrieron una pequeña oquedad en la parte superior del acceso, y utilizando el escáner se tomaron las primeras imágenes del interior del pasaje hasta una longitud de 37 metros, de los 100 que se calcula tiene el corredor subterráneo. “Aunque nos falta excavar dos metros más para llegar al piso del túnel, contar con las primeras imágenes del interior nos permitirán planear mejor la forma de entrar. Aun así, tendremos que retirar una gran cantidad de tierra y un pesado bloque de piedra que obstaculiza el acceso. “Todo el proceso podría llevarnos dos meses más de trabajo, pues debemos continuar la exploración con la misma sistematización que hemos llevado desde el inicio y así evitar perder información importante que nos permita saber qué actividades realizaban ahí los teotihuacanos hace miles de años y por qué razón decidieron cerrarlo”, comentó el arqueólogo Sergio Gómez. Hasta el momento se han retirado, dijo, 200 toneladas de tierra, entre las que se han encontrado cerca de 60 mil fragmentos de artefactos y de piezas de cerámica. Por su parte, Ángel Mora, de la Unidad de Apoyo Tecnológico de la CNMH, y el ingeniero Juan Carlos García, quien opera el escáner, detallaron que al introducir el láser —que tiene un alcance de 300 metros— a través de la pequeña oquedad que abrieron los arqueólogos, sólo se registró una longitud de 37 metros. Mora señaló que esta lectura es debido a que el rayo láser “topa con algo, quizá con piedras de algún derrumbe o porque el corredor tiene algún desnivel”. Sergio Gómez refirió que aún no se ha determinado con precisión la época de construcción del túnel, sin embargo se tiene una mejor idea de cuándo fue clausurado por los teotihuacanos. “Varios indicios apuntan a que el acceso al corredor subterráneo fue cerrado entre 200 y 250 d.C., probablemente luego de depositar algo en su interior. Una de las hipótesis que postulamos es que, dentro de las grandes cámaras detectadas por el georradar, pudiéramos localizar los restos de personajes importantes de la ciudad”. Las investigaciones han permitido saber con certeza que este túnel es anterior a la construcción del Templo de la Serpiente Emplumada, así como de la Ciudadela. El túnel es contemporáneo a una estructura arquitectónica de grandes dimensiones, que podría ser una cancha de juego de pelota, de acuerdo con la forma que tiene en planta, planteó el arqueólogo. Desafortunadamente, señaló el investigador del INAH, al mismo tiempo que fue clausurado el túnel —arrojando una gran cantidad de grandes piedras que bloquearon el acceso—, la cancha también fue destruida y arrasada por los teotihuacanos, dificultando los trabajos, pues apenas quedan pequeños restos, por lo que las investigaciones se siguen con mucho cuidado. “Al localizar la entrada del túnel se cumple uno de los objetivos más importantes del Proyecto Tlalocan que era, precisamente, corroborar que el acceso principal se ubicaba en el lugar exacto donde se proyectaron realizar las excavaciones. Debemos continuar la excavación del tiro vertical, hasta llegar al nivel del piso para de esa manera iniciar la exploración del túnel hacia el Este”. En la parte baja del enorme tiro, los arqueólogos localizaron varios muros superpuestos hechos bloques de tepetate perfectamente cortados. Hasta ahora se han desenterrado 2 metros de altura de los 4 a 5 que alcanzan. Según la hipótesis sobre el significado y el simbolismo del túnel, el arqueólogo Sergio Gómez, comentó que el túnel debió estar vinculado a conceptos relacionados con el inframundo, de ahí que no se descarta que en este lugar se hubieran realizado rituales de iniciación e investidura divina de gobernantes teotihuacanos, toda vez que el poder se adquiría en estos espacios sagrados. También, se sabe que al morir los gobernantes eran sepultados en los lugares más sagrados. “Desde hace mucho tiempo arqueólogos nacionales y extranjeros han intentado localizar las tumbas de los gobernantes de la antigua ciudad, pero la búsqueda ha sido infructuosa. “Es por ello que día a día nuestras expectativas se van incrementando, pues hay muchas probabilidades de que en el interior se halle una importante tumba u ofrenda. Sin embargo, no es algo que nos obsesione, el hallazgo y la exploración sistemática del túnel es algo de gran trascendencia para la investigación arqueológica y una oportunidad inigualable de acercarnos al pensamiento cosmogónico y religioso de los antiguos teotihuacanos”. Hasta el momento las excavaciones han permitido recuperar miles de pequeños ornamentos hechos en concha, jade importado de Guatemala, serpentina, pizarra y obsidiana, los cuales fueron arrojados por los teotihuacanos como ofrenda al momento de clausurar la entrada. También se han hallado varias secciones de un friso que ornamentaba algún edificio que era anterior al de la Serpiente Emplumada y que fue desmantelado. Es posible —concluyó Sergio Gómez— “que el túnel descubierto hubiera sido el elemento más importante y sagrado en torno al cual se hicieron las primeras edificaciones en este lugar hacia el 100 a.C., y, posteriormente, donde se construyera La Ciudadela, que fue el magno escenario donde debieron realizarse rituales vinculados con los mitos de la creación original y el inicio del tiempo mítico”.
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